Candela Pereyra tiene 20 años y vive en El Rincón, Villa Elisa. Fue abusada en 2020 y después de muchos meses, se animó a contarlo.
Angustiada y todavía en shock, la joven le contó el fatídico episodio a LAPLATA1.com. “Nunca pensé tener que ser yo la que este escribiendo esto, me late tan fuerte el corazón y me sudan las manos, tengo miedo. Y no estoy segura de lo que estoy haciendo, pero tampoco quiero vivir con esto y tener que soportar todo yo sola, solo por el simple hecho de tener miedo. Hace 1 año y 5 meses, para ser exacta el 11 de octubre del 2020, Patricio Sosa abuso de mí, se aprovechó de mi debilidad y de que estaba borracha, inconsciente”.
“Esa noche había salido con una amiga y tres chicos, entre ellos Patricio. Fuimos a La Plata a una plaza, a la vuelta llovía y decidimos ir a la casa de uno de ellos. Al llegar al lugar ya me quedan pocos recuerdos, porque cómo dije anteriormente estaba muy borracha. Para ese entonces me acuerdo de pocas cosas, estaba ida sin estar consciente de la realidad. En un momento Patricio me dice si lo acompañaba a llevar a uno de los chicos presentes a la casa en su auto, a lo que yo accedí (era mi amigo de años, ¿Cómo iba a desconfiar? me subí al auto y no me acuerdo nada hasta que en un momento me desperté y estaba tocando mi cuerpo, dándome besos en el cuello e intentando besarme la boca. Cuando abrí los ojos fui consciente dos segundos y le dije "no qué haces" y otra vez volví a quedar en blanco, no me acordé qué paso después, si me hizo algo más o no. Lo único que recuerdo es que al rato yo sentía por dentro que algo estaba mal y que quería abrir la puerta del auto, que no la podía abrir, estaba trabada. Por dentro sentía que tenía q hacer mucha fuerza y que mi cuerpo no respondía, el me decía vamos a quedarnos un ratito acá y yo le dije q me quería ir, que me abra. Forcejé la puerta del auto como pude. Y fui a dónde estaba mi amiga, a todo esto sin entender nada, no sabía si estaba dormida, despierta, soñando”, agregó.
A lo que prosiguió: “y de ahí me acordé que estaba en mi casa dormida con mi amiga. Al día siguiente le conté lo que había sucedido y le dije que había soñado que Patricio, que me había querido caer, a lo que ella me respondió si estaba segura que fue un sueño porque yo llegue pálida. Entonces intenté hablarle a él y me había bloqueado de WhatsApp. Me quedo días recalculando en la cabeza que pasó, si yo estaba equivocada o si realmente el hizo lo que hizo, y cada día que pasaba me iba acordando más cosas. Cómo si fuera un rompecabezas de recuerdos, me costó asimilar que abuso de mí, que actuó fuera de mi voluntad, que se aprovechó de mí, de mi debilidad. Sin mi consentimiento. Porque una persona que quiere estar con vos va a estar cuando vos estés bien, consciente. Y él lo hizo en mi peor estado, por qué sabía muy bien que en otra oportunidad no tenía chances de nada conmigo. Encima tuvo el tupé de decirles a todos sus amigos que él había tenido relaciones conmigo, que me lo había comido. Cuando nunca fue así. Al día siguiente cuando me levanto y me doy cuenta de que no era un sueño, quise hablarle y me había bloqueado, confirmó todo. Al mes decido hablarle y preguntarle por qué hizo lo que hizo y nunca se hizo cargo, se hacía el desentendido el que él estaba enojado conmigo por qué yo había hecho algo que a él le molestó, me cambiaba de tema, me decía que me quería y que no quería perder mi amistad, que yo estaba equivocada, que podíamos hablarlo y arreglarlo”.
Por último, la joven precisó que “hace meses vengo lidiando con mi cabeza, y con lo que me hizo, porque me duele, hasta llegué a sentir vergüenza de mi misma, me eche la culpa a mi por a ver tomado tanto, lo mantuve en silencio tanto tiempo porque tenía miedo. Tuve contacto con muchas chicas con situaciones parecidas y con la misma persona. Y si no hablo y cuento lo que me pasó a mí, y sé que a muchas más. Esto va a quedar en la nada, ya hice la denuncia correspondiente. Quiero el escrache público, que todo sepan lo que es, la clase de persona y cómo se caga en cada piba que está a su alrededor, porque no le importó la amistad, no le importó mi persona, mi miedo, mi dolor. Va a pagar todo, o con justicia, o con escrache, o con la vida misma, porque todo vuelve, y el dolor que me causó a mí y a tantas otras no va a ser en vano”.
