Alberto tiene 22 años, vive en La Plata y logró salir de un profundo pozo depresivo que comenzó a partir de la pandemia.
El joven decidió comentar en sus redes sociales que había recibido el alta psiquiátrica, y su historia tuvo una repercusión que él no imaginaba.
LAPLATA1.com dialogó con “Beto”, que contó cómo fue esta verdadera montaña rusa emocional.
“Yo venía con tratamiento psicológico hace bastante por no saber cómo manejar las frustraciones y las cosas que me pasaban en mi vida. Más o menos empecé con el tratamiento a fines del 2017”, recuerda.
Hacia fines del 2018, su situación se había agravado. Tenía ataques de pánico y trastornos del sueño. Fue allí cuando le planteó a la psicóloga la necesidad de reforzar el tratamiento. Ya con un psiquiatra, Beto empezó a mejorar y reconoce que a fines de 2019 se “relajó” y abandonó el tratamiento.
Con la llegada de la pandemia, los problemas emocionales lamentablemente volverían y de manera más reforzada.
Fueron muchas cosas simultáneas: Beto cuenta que entró en un limbo universitario. Había empezado Derecho, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. No sabía ahora cómo seguir. Con el encierro producto de la pandemia, además, se cancelaron todos los shows que hacía con su banda de cumbia “Tres cuartos”. Esa era una bocanada de aire fresco para él.
“En mayo empecé a no querer salir de la cama. No veía a nadie. No quería salir de mi casa. Comía, buscaba algo para ver y volvía. Muy sedentario. Inclusive pensaba que la vida ya no tenía sentido, y que no merecía la pena vivir. Era una situación de desconcierto, tristeza y desesperanza”, relata Beto.
Él vive con sus padres. Ellos fueron claves para entenderlo en aquel momento e incentivarlo a que vuelva al tratamiento psiquiátrico. Finalmente, eso se concretó en septiembre. Y, de a poco, fue saliendo del pozo.
En medio del tratamiento se decidió a cambiar de carrera y hoy cursa la Licenciatura en Historia. Este año, además, recibió el alta y ya consiguió trabajo.
“No siento que sea un caso extraordinario. Fue un momento triste de mi vida y lo quise reflejar en las redes para mis amigos. Pero soy una persona privilegiada por la familia que tengo y por las posibilidades económicas de hacer un tratamiento”, completa.
