La ciudad de La Plata fue incluida dentro de los municipios que desde el 22 de mayo retrocedieron a la nueva Fase 1. Esto significa que sólo comercios tales como supermercados mayoristas y minoristas, farmacias, ferreterías, veterinarias, y locales de provisión de garrafas podía continuar abriendo. También, se les permite a las casas de comidas trabajar bajo la modalidad delivery y take away.
Pero lo curioso es que a pesar de las restricciones impuestas, en la ciudad de La Plata se puede apreciar la escasa o casi nula aceptación a tales medidas. Basta sólo con ver la cantidad de comercios no esenciales que continúan trabajando en pleno centro de la ciudad. Al día de hoy, siguen funcionando locales de indumentaria, de electrónica, librerías y demás rubros no permitidos que incluso lo hacen bajo modalidad atención al público.
Este tipo de aperturas permiten que los platenses circulen y caminen las calles comerciales de la ciudad como si nada pasara. Es un contexto complejo por lo que ha afectado económicamente esta pandemia a miles de platenses, claro que sí, pero también se debe concientizar de que a menos aceptación de estas medidas, habrá más casos de Covid, y a más casos, más medidas. Así lo afirmó el gobernador Axel Kicillof en su conferencia de prensa el pasado viernes 21 de mayo: “A más contagios, más restricciones”.
Pero también vale la pena destacar el accionar de la comuna local, al mando del intendente Julio Garro, quién afirmó entender la importancia de las medidas sanitarias pero le exigió al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires medidas de alivio fiscal para los comerciantes platenses tales como la eximición de Ingresos Brutos y planes de acompañamiento económicos como el Repro o el ATP.
La respuesta del gobernador Kicillof fue afirmativa, generando una batería de medidas de acompañamiento económico de la manera que el intendente local lo pidió.
A pesar de ello, el Municipio de La Plata no cumple con su parte y no realiza los controles adecuados para evitar que se incumplan las restricciones. Casi la totalidad de los comercios no esenciales se encuentran abiertos, la ciudad padece de una amplia circulación en las calles y hasta los transportes públicos se ven colapsados.
