El intendente Julio Garro se reunió con la diputada provincial Florencia Saintout. El cónclave despertó la sorpresa de propios y extraños.
Dentro del Frente de Todos no cayó para nada bien. Entienden que se trata de un intento “desesperado” de Saintout por volver a figurar en el escenario público platense.
Por otro lado, esta reunión solitaria de Saintout con motivo de la pandemia rompe con la lógica solicitada del Frente de Todos: no quieren que haya “acuerdos” personales, sino que se trabaje de forma conjunta con todos los actores sociales, religiosos y políticos en los comités de crisis barriales conformados en el 2020.
La reunión de Garro con Saintout es ganancia completa para el mandatario PRO. Al intendente de La Plata le sirve políticamente rivalizar con la legisladora bonaerense por la imagen negativa que tiene ella en un sector importante del electorado. Justamente, Garro logró dar vuelta la elección del 2019 compitiendo en octubre contra Saintout. El propio Jefe Comunal local reconoció en una entrevista con Perfil del año pasado que se vio beneficiado por el aspecto “radicalizado” de su contrincante.
Otros hablan de un "Síndrome de Estocolmo": Saintout acude a una reunión con Garro, que realizó una campaña furiosa contra su imagen en el 2019. Y no hay dudas de que volvería a demolerla si hiciera falta. Cabe recordar que el Síndrome de Estocolmo refiere a un trastorno por el cual una persona que ha sido secuestrada se muestra comprensiva y benevolente con su secuestrador.
¿Para Saintout hay ganancia? Pasa del ostracismo de la legislatura bonaerense a un primer plano mediático. Sin embargo, desde el Frente de Todos tienen otra idea: impulsar a Victoria Tolosa Paz y que la actual funcionaria nacional figure en las boletas locales aprovechando su baja imagen negativa. Según los últimos sondeos a los que pudo acceder LAPLATA1.com, Tolosa Paz tiene un conocimiento público del 77% y solo un 14% de imagen negativa.
En la reunión se hablaron de temas muy generales: vacunación, concientización y el operativo DETECTAR. Lo llamativo es que ninguno de los dos protagonistas del cónclave parecen tener las palancas sobre estos asuntos ya que dependen del gobierno nacional o del Ministerio de Salud bonaerense.
