La situación en los municipios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por la suba de contagios es cada vez más preocupante. En La Plata, Berisso y Ensenada los hospitales provinciales están cerca del colapso y el sistema de salud ya no puede contener el caudal de afectados.
En esta última semana, la ocupación de camas en clínicas privadas y hospitales públicos llegó, en muchos casos, al 100%. Así lo informó el director ejecutivo de PAMI Región La Plata, Marcelo Leyría. "Los que necesiten algún tipo de internación van a terminar en otras ciudades. Quiero alertar a la población pero tampoco angustiar. Ayer un director de una clínica me comentaba que una persona ingresó por guardia y estuvo 5 horas esperando que se libere cama", destacó.
La ocupación de camas se mide por la circulación constante pero siempre al tope de la capacidad: sale una persona y entra otra que está en espera. "Ante una emergencia es muy probable que algún platense termine intubado o internado en alguna ciudad del conurbano o del interior de Buenos Aires", sostuvo en referencia a los afiliados de PAMI que necesiten atención urgente y deban ser derivados a otros hospitales de la zona.
Leyría puntualizó que las camas ocupadas por COVID-19 representan casi el 100% de la disponibilidad de los hospitales públicos, ya que no todos los pacientes infectados son intubados pero si internados. "Cuando un paciente comienza a tener fiebre se activa un protocolo de aislamiento y eso limita las camas para otras prácticas", aclaró el funcionario en diálogo con Radio Provincia.
"Acá está pasando algo y el sistema de salud no es infinito, ya llegó a su límite", sostuvo el Director Ejecutivo del PAMI al indicar que preocupan las estadísticas de La Plata que son, incluso, más altos que La Matanza aunque triplica la población platense.
Los hospitales públicos interzonales ubicados en la ciudad, como el San Juan de Dios y el San Martín, reciben a gente del interior como Castelli, Verónica, Montes, Ranchos y Alejandro Korn entre otros: "Todas las complejidades que se ven en esas zonas terminan en hospitales públicos provinciales", explicó Leyría, lo que ayuda a colmar los centros de salud y destacó que "el sistema privado ya está colapsado".
