A más de cien días de aislamiento, el encierro se transformó en un nuevo hábito difícil de sobrellevar. "Estar en casa" y en familia es, sin dudas, uno de los momentos más lindos que tiene el día pero si sabemos que eso "coarta" nuestra libertad, inmediatamente se transforma en algo que deja de gustarnos.
La pandemia ha generado, en nuestras vidas, costumbres que sabemos que no serán eternas: salir de casa solo por lo esencial, tener el mínimo contacto con quien tenemos a nuestro lado y además, establecer un contacto sesgado por la tecnología con nuestros familiares y seres queridos que dista mucho de ser fraternal: tal vez a la videollamada aún le falte permitirnos sentir el olorcito a pasta recién hecha, dejarnos dar un abrazo largo o bien, hacernos sentir más cerquita (aunque lo logra, en cierto punto, y debamos aprender a incorporarla como la forma de conectarnos con los otros, al menos por ahora).
LAPLATA1.com le consultó a platenses de distintos barrios y edades cómo sobrellevan la cuarentena. La mayoría de ellos respondió que le es difícil, por supuesto, y hay dos sentimientos que se repiten: la angustia y la ansiedad. Nos angustia lo que pasa fuera de casa y también, dentro de nosotros. Y nos genera una cierta ansiedad el hecho de no saber cuánto durará todo esto y cómo saldremos invictos de la pandemia.
Este diario dialogó con la Licenciada en Psicología María Florencia Mignacco (MP 53.205) para entender cómo y por qué nos suceden estas cosas: "En pandemia, aislados en cuarentena, empiezan a surgir preguntas sobre qué se gana y qué se pierde, como un intento de retener algo de la sensación de certidumbre previa a lo novedoso de este nuevo contexto. Lo real siempre se recorta como un inasimilable, y lo real de esta pandemia hace lo suyo presentándose como algo que irrumpe de un modo inesperado e invade todos nuestros espacios y hábitos sintiendo en la actualidad extraño lo que antes teníamos como naturalizado", asegura.
En torno a la ansiedad que muchos platenses manifiestan sentir durante este aislamiento, la Licenciada expresa que "nuestra época es la época de la ansiedad, y en lo disruptivo, invasivo e inesperado de la pandemia y su exigencia de aislamiento social, la misma sólo puede ir en aumento". Y además, en cuanto a la angustia que los consultados por LAPLATA1.com reconocieron, la experta explica: "en la época actual, se busca rechazar la angustia y el inconsciente de todos los modos posibles, ya sea mediante objetos a consumir, eventos a los que asistir, tendencia a todo lo que atenúe nuestros malestares y nos faciliten desentendernos de nosotros mismos y de nuestras angustias. La evitación constante de los estados angustiosos da lugar a la ansiedad en los tiempos actuales, deja el campo preparado para la misma y puede pensarse como una respuesta automática ante la imposibilidad de satisfacer una exigencia pulsional en esta urgencia por el 'ya'".
LA ANGUSTIA, EN PRIMERA PERSONA
Manuela tiene 39 años, vive en San Carlos y le contó a LAPLATA1.com cómo vive el encierro: "en mi caso tengo días. Creo que la incertidumbre es la peor parte y lo que más me bajonea. Ahora elijo no poner plazos para no padecerlo tanto". Algo similar siente Manuel, un platense de 36 años: "la situación me genera mucha angustia cuando veo la irresponsabilidad de quienes salen por cuestiones no esenciales. Angustia me genera pensar que si me infecto, mis padres corren serio riesgo de que los contagie y por eso me cuido mucho. Cada vez que salgo, una o dos veces por semana, uso mascarilla, barbijo y sentiría más angustia viéndome aislado completamente en una cama que no es la mía".
Adriana le cuenta a LAPLATA1.com que este tiempo le está resultando bastante difícil: "De todo lo que se te ocurra. Lloro, río, me enojo, quiero irme, no puedo dormir, desde el 13 de marzo que no salgo y estoy sola. Me hija viene un ratito a hacerme los mandados, yo sobrevivo, soy una persona de riesgo, operada del corazón, y un abuela muy presente y me angustio mucho por eso", asegura. Alejandra también vive esta cuarentena de una forma semejante. "Siento mucha angustia e incertidumbre. Alterno día a día la angustia y la euforia, somatizo enfermedades y así sucesivamente".
Por su parte Lucía, una platense de 31 años, nos cuenta: "en mi caso, al principio tuve mucha ansiedad, hoy en día tengo momentos de mucha angustia. Hay mucha incertidumbre sobre lo que puede pasar y no solo eso, sino que también me genera malestar no ver a nadie".
En este sentido, la Licenciada explica: "nos encontramos frente a una situación que nos impacta de forma directa y está relacionado a lo inimaginable, era impensado que nuestra vida iba a estar sujeta al aislamiento como medida preventiva. Reviste el carácter de un impensado en nuestras vidas, aunque si relacionado a la ciencia ficción de las películas. Esta nueva realidad nos impacta y desborda en nuestras posibilidades de representación y esfuerza a un trabajo de elaboración continuo".
LA ANSIEDAD: EL OTRO ENEMIGO
No saber qué puede suceder ni mañana ni en las próximas horas con tu vida o con la de los demás, no es tarea sencilla. Estamos atravesando un momento de incertidumbre extrema en todos los sentidos: económica, psicológica y personal.
Saber que los planes del futuro pueden estar muy lejos y que solo podemos concentrarnos en el presente, puede ser muy dificultoso ya que antes de la pandemia muchos platenses quizás estaban planeando sus vacaciones o bien, armando un lindo plan de fin de semana. Ahora, por el contrario, lo único que tenemos que hacer es esperar y mientras tanto, hacerlo de la forma más responsablemente posible.
Nos estresa no poder proyectar el mañana y que nuestro hoy esté atravesado por una cuestión ajena a nosotros que ya no es tan ajena y que nos constituye. Vanesa tiene 37 años, vive en Los Hornos y le contó a LAPLATA1.COM que ve su ansiedad manifestada "en los kilos de más, muchos hemos engordado". Por su parte, Mercedes de 42 años, vecina de Gonnet, le contó a este diario: "ansiedad me genera estar en esta incertidumbre y cuando veo la falta de productos en las góndolas. Y la posibilidad de enfermarme es lo que me genera bronca y angustia, tengo una familia mono parental, y me da mucha bronca que haya gente sin barbijos, apurados en las filas de los comercios".
En este sentido, la Licenciada en Psicología le explica a LAPLATA1.COM: "En este contexto las personas nos vamos arreglando como podemos dentro de nuestras posibilidades y vamos generando distintas respuestas, algunos se angustian, otros generan fobias, ansiedades o inhibiciones". Esto significa que la incertidumbre que la mayoría de los platenses siente en este momento es completamente normal y también otros sentimientos que puedan surgir.
Asimsmo, sostiene que "los cambios drásticos en nuestro cotidiano nos llevan a un trabajo de duelo, duelo de lo que fuimos y de cómo llevábamos nuestras vidas y vínculos. Este real inasimilable adquiere carácter de traumático por su dificultad para inscribirse, por la perplejidad en la que nos deja. En estos días, cada día es distinto y cuenta, no se sabe bien sobre el virus, no se sabe bien qué pasará mañana y cuáles son los planes, si los hay".
Liliana también es platense y le contó a este diario: "Hay días de mucha angustia que le ganan a los días de ansiedad. Extraño mi vida anterior, abrazar, un encuentro con mis hijas, nieto, amigas, amigos...". En este sentido Rosa, que vive en San Carlos, nos explica: "siempre tuve ansiedad, ahora se realzó con la cuarentena. A veces, a la angustia no la puedo dominar, vivo sola y aunque a veces me gusta la soledad, otras veces me cuesta".
Por otro lado, Cristina explica: "extraño tanto a mis nietos que en lugar de morir de coronavirus me voy a morir de angustia. Tengo desesperación por no poder verlos. Tengo nietos de 17, 13, 11 y 6 años No sabés lo que daría por verlos un ratito. La videollamada no reemplaza a nada".
¿HASTA CUÁNDO DURARÁ ESTO?
Son muchas las sensaciones que genera un encierro. Que si bien no es "obligado", tampoco es elegido, pero que la mayoría de los platenses encuestados manifestó que cumple a rajatablas.
Carolina, vecina de 40 años de Arturo Seguí, le dijo a LAPLATA1.COM que "en mi caso, pienso que mi ansiedad es generada por la incertidumbre" y Miriam, platense de 44 años del barrio San Carlos considera que "la ansiedad que siento es por no saber hasta cuándo durará todo esto".
Por su parte Patricia, vive en Los Hornos y tiene 69 años, le contó a este diario que siente "inquietud y ansiedad por no saber cuándo se terminará esta situación". Algo similar considera Florencia: "siento ansiedad, me gusta leer y me cuesta concentrarme ahora. Uso muchas más pantallas y antes por mis actividades o rutina, no lo hacía".
En este sentido, Mario responde que "la constante presencia del problema en los medios genera angustia y lo peor es una especie de síndrome de Estocolmo que hace que te encuentres cómodo estando encerrado".
Sin dudas, la ansiedad y la angustia son sentimientos con los que convive la mayoría de los platenses hoy en día, frente a esta situación que nos toca vivir. En este sentido, es importante que todas esas cosas que nos pasan no queden encerradas y no nos abrumen. La Licenciada en Psicología considera que "en función a que las personas incorporen este nuevo real y lo asimilen en un intento de adaptación, van a poder hacer algo mejor con eso, pero siempre en relación a sus posibilidades, intentando un posicionamiento no tan pasivo frente a todo esto".
Además se refirió a la importancia de continuar con los tratamientos psicológicos, aquellos que los posean: "Hay pacientes que han decidido discontinuar sus tratamientos, y otros no, deciden seguir hablando y no enmudecer, pensándose y reflexionando sobre ellos mismos en este nuevo contexto, buscando formas de experimentarlo y transitarlo de la mejor manera que les es posible. Deciden atravesar la angustia, explorarla, incursionar en ella para poner en juego su subjetividad singular en el marco del nuevo contexto. Y esto les permite que su mente no vaya más rápido que sus vidas lo cual es lo que da terreno fértil a la ansiedad. Sugiero que frente a las ansiedades generalizadas, fobias e inhibiciones despertadas en cuarentena, que son vivenciadas con fuerte malestar subjetivo se permita pensar en un espacio psicológico que les permita dar un tratamiento a este nuevo real desde la palabra, no para obturar sino para abrirse a nuevas versiones de uno mismo".
