Tras su regreso de Roma, Julio Garro arribó a la ciudad en medio de un temporal que puso en jaque la labor de algunos funcionarios del gabinete, motivo por el cual no dejó pasar la reunión de gabinete del miércoles para acomodar a su tropa. En un tenso encuentro que duró más de dos horas, el mandatario no se calló nada, bajó órdenes para todos y hasta amenazó con echar a varios funcionarios.
Como decisión principal el jefe comunal fue directo: otra vez se volverá a hacer cargo de supervisar todas y cada una de las obras que están ejecutando las distintas secretarías y áreas que componen el organigrama municipal. La medida sorprendió a varios de los presentes en la reunión, ya que, para esa labor específica, había designado a Oscar Negrelli cuando lo nombró coordinador del gabinete. Su trabajo tenía un objetivo principal: ser el facilitador entre las secretarías y el área encargada de las finanzas y la ejecución de las obras. Si había algún problema, Negrelli tenía la tarea de encontrar una solución. Además debía seguir cada una de las obras, por lo que su trabajo consistía en que los plazos se cumplieran en tiempo y forma, y de ser posible, adelantarlos. Pero todo ello no viene funcionando hace semanas.
A tal punto es la desarticulación entre los funcionarios y la ejecución de las tareas que Garro decidió nuevamente encabezar esa labor. Es lógico, desde que Negrelli asumió a la fecha, prometió varias obras que no se realizaron o ni siquiera comenzaron los trámites para hacer el llamado a licitación. Un claro ejemplo de ello es el anuncio que se hizo a fines de febrero de la compra de unas 600 cámaras de seguridad para la ciudad que atraviesa, hace años, una ola de inseguridad que no para de crecer. Se anunció pero ni siquiera se llamó a licitación. La tarea de facilitar y agilizar los trámites para que esto sea real nunca funcionó.
Para mal de mayores, el funcionario que comenzó trabajando ad honorem en la gestión del intendente, recibió otra mala noticia. Un día después de la reunión, más de una veintena de docentes y directores de escuelas de la ciudad reclamaron conocer las partidas presupuestarias del fondo educativo en la comisión de seguimiento de obras. Fue tal el reclamo que los concejales de la oposición solicitaron que Negrelli deje de manejar los más de $80 millones.
Si bien el coordinador de gabinete estuvo en el ojo de la tormenta en la reunión de ayer a la tarde, hubo otros funcionarios que también la pasaron mal. A varios del sector de finanzas, Julio Garro les dijo que "ejecutaran" las decisiones que él tomaba y que si no lo podían hacer, que "dieran un paso al costado".
